lunes, 5 de diciembre de 2016

El mal de la privación del alma.

Yo la notaba normal, no mostraba signos que delatasen nada anómalo y sus expresiones eran consecuentes con sus actos.
Pero llegó ese día fatídico, un escalofrío que recorre tu cuerpo te aturde y evade de la realidad que te rodea por un instante.
- recuerda que esta semana que viene me toca ir de mañanas - comenté mientras recogíamos algunos enseres de la cocina.
- ¿no tenías fiesta? - preguntó ella.
Alguna vez les había recordado a ambos mi cuadrante de trabajo dado que alguna que otra vez solía sufrir algún que otro cambio.
- no, mamá, si ya comentamos el tema ayer. Además si necesito algo del.....pero, ¿qué haces? ¿por qué guardas eso en el horno? - le pregunté extrañado.
- ¿y dónde quieres que lo guarde? Donde siempre - me contestó mientras me miraba con absoluta normalidad esgrimiendo una sonrisa.
Nunca guardaba nada dentro del horno, y menos unas copas de vino. Una sensación extraña y tenebrosa hizo que me quedase inmóvil por un instante. Me faltaba el aire por momentos, respiraba con dificultad y mi pulso fue más rápido. Conseguí abrir los ojos, estaba todo oscuro pero adiviné entre las sombras que era mi dormitorio, mi cama.
Una pesadilla, una mala pesadilla que espero no llegue nunca a ser realidad. Hay muchas formas de que nos dejen nuestros seres queridos pero, por favor, no vuelvas a provocarme esa herida que todavía no ha cicatrizado, no te los lleves así de esta manera arrancándoles la conciencia, privándoles de recuerdos y desahuciándolos sin alma.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Eterna vitalidad

El señor llega a punto para la comida que se sirve hoy, espera un instante en el hall mientras se despide de ella con un abrazo y repetidos besos. Se acercan ambos a los ochenta años, pero la sonrisa de complicidad que ambos muestran es propia de una pareja de quince añeros.
Son pareja habitual en el centro, juegan juntos a la baraja un par de horas por las tardes y suelen tener charlas amenizadas entre algún que otro café el uno con el otro.
- ¿no quieres quedarte a comer entonces? - le pregunta él.
- no, que me voy a casa.
Me quedé embobado observando la escena, no por entrometimiento, estaban a un metro escaso mío y era difícil apartar los ojos de la misma.
- entrañable, realmente bonito y escaso de ver - le dije a ella mientras el caballero iba camino de la cafetería.
Ella sonrió y se acercó a mí.
- si, nos queremos mucho, ya son años - me dijo – catorce años juntos ya.
Entonces entendí mejor la escena:
- ah, ¿no son marido y mujer? - le pregunté.
- no, no estamos casados, somos pareja, llevamos 14 años juntos.
Y entonces me hizo un breve resumen de todo ese tiempo, contándome que lo conoció casi analfabeto, que ella le enseñó a leer y escribir y que se quieren mucho:
- ya de niño estuvo haciendo labores de pastoreo, tiene los pies destrozados de tanto pisar el monte y los tiene que llevar vendados. Pero es muy bueno aunque tiene genio el condenado, pero como le conozco ya, le hago entrar en razón sin más – me dice entre risas.

A veces pensamos que ser mayor es llegar a un día en el que te dan un carnet especial por el que te ponen una etiqueta y dejas de sentir, que no vives sino que te limitas a funcionar. El tiempo pasa, más rápido de lo que nos gustaría, cambia todo a nuestro alrededor y hasta nosotros vamos cambiando, pero hay cosas que nunca cambian.

sábado, 9 de marzo de 2013

Pequeño micro mundo.

El chico de unos veinticinco años tenía dificultad para caminar y entraba agarrado del brazo de un señor mayor que pasaba de los sesenta. La cara del joven reflejaba una sonrisa especial, un tanto nervioso pero decidido y valiente.
Balbuceó los buenos días y preguntó de forma casi imperceptible a cerca del precio de los bocaditos de nata mientras los señalaba con mano temblorosa, la discapacidad le impedía hablar correctamente.
 
Esbozó una sonrisa, pidió una bandeja y le hizo un gesto al que luego supuse sería su padre acercándole la cintura para que le cogiera la cartera y pagase.
Una vez envueltos, el señor dijo que volvía en un instante, tenía que guardarlos y en breve volvía por él. El chico permanecía quieto, orgulloso del gesto hasta que regresó y le acompañó hasta el coche.
Tardó un rato en acomodarlo en el asiento e instantes después desaparecieron entre el tráfico. Nadie reparó en la situación: las prisas de la gente, sus quehaceres, sus problemas.

Me quedé pensando en la vida de ambos, en cuál sería el motivo por el que el chico compró los bocaditos, en si era consciente del momento actual que vivimos y en las dificultades a las que tendría que hacer frente él solo, en su micro mundo.
 
No suelo comprar pasteles pero ese día escogí una tarta para llevarla a una comida familiar y así refugiarnos en nuestro pequeño micro mundo por unas horas. Tal vez mañana sea ya tarde, carpe diem.


Leónidas de V.

jueves, 7 de marzo de 2013

Pequeño roedor.

Hace ya tiempo que la travesía no es pacífica ni gratificante, el sol que iluminaba nuestros días y acariciaba nuestro rostro se tornó en oscura tormenta de vaivenes incontrolados.
Los golpes de las olas son cada vez más virulentos y van mellando el casco viejo y agrietado de nuestro futuro sin que achiquemos agua al tiempo que la inconsciencia de la mayoría no aboga por su reparación.

Por el camino vamos perdiendo el equipaje que tanto esfuerzo nos costó reunir y que no podremos recuperar en un trayecto sin vuelta atrás. La ignorancia, el desinterés y la apatía son malos compañeros de un viaje eterno y carente de fecha de llegada del que se zarpó muchas generaciones atrás.

Mientras nos dirigimos a un destino oscuro e inhóspito son cada vez menos las manos dispuestas a remar codo con codo, la resignación empuja a aquellos que eligen los botes salvavidas como alternativa al tiempo que suben a bordo náufragos de otros navíos, sin ser conscientes que el motín se volvería lícito frente al desgobierno de la nave.

Se es libre de remar en un barco sin bandera ni capitán donde navegamos dando bandazos sin rumbo fijo, pero donde corremos el riesgo de naufragar todos juntos.
Creemos que nada nos afectará mientras agachemos la cabeza para cobijarnos dentro de nuestro pequeño micro mundo de falsas ilusiones pensando que estamos a salvo sin entender que tenemos la misma libertad que un pequeño ratón dentro de su jaula.





Leónidas de V

miércoles, 10 de octubre de 2012

El último samurai.

Título de una película norteamericana que habla de las luchas internas del Japón del S. XIX cuando la industrialización se empezaba a imponer a las formas de trabajo artesanales y donde la época moderna se llevaba por delante toda etapa anterior, incluida la modernización de los ejércitos y los siempre presentes intereses monetarios. Hay cosas que nunca cambian y, de cambiar, es a peor.
Principalmente luchan dos bandos de un mismo país: de un lado el ejército nipón del Emperador en plena renovación con la ayuda de países extranjeros como los EE.UU. y del otro los antiguos samuráis, una casta de guerreros nobles instruidos en la batalla tradicional de arcos y katanas desde tiempos inmemoriales. El final puede suponerse sin más que añadir, una batalla desigual, lucha del honor frente al deshonor.

Echando la vista atrás en el tiempo podemos observar como el paso del tiempo no ha hecho poner fin a las guerras, sino que las ha ido desarrollando y han ido evolucionando de dos formas principalmente.
Desde la antigüedad la guerra ha ido de la mano del hombre por diversos motivos: dinero, gloria, imperialismo, religión, explotación de sus recursos, entre otros. Cuando un grupo, pueblo, ciudad o país necesitaba, por los argumentos que fueran, alguno de ellos, lo trataba de obtener a través de negociaciones pacíficas o por la fuerza.

Me centraré en el último aspecto: conseguir algo a través de las armas.
En éste caso, un país le declaraba la guerra de manera formal a su potencial enemigo para que supiera de sus intenciones y se enfrentase a él si no claudicaba. El Rey o cualquiera de sus representantes a través de emisarios, cartas, telegramas o declaraciones formales se lo hacían saber.
Se hablaba entonces de nobleza, caballerosidad y juego limpio, entre otros adjetivos, a la hora de iniciar la contienda: el protocolo. Curiosa ironía puesto que estamos hablando de muerte y destrucción pero incluso en éste caso se debía hacer conforme a una norma no escrita, un código de honor en el que ves la cara de tu enemigo y sus intenciones.
Las espadas, arcos, pistolas, cañones y demás material bélico eran usados por ambos bandos para tratar de conseguir y tratar de evitar cualquiera de los motivos antes expuestos. Un ejército bien pertrechado con uniforme de combate contra otro, un pueblo armado frente a frente con sus pinturas de guerra en la ladera de un monte, una fila de fusileros mirándose a los ojos frente a su enemiga; sangre, sudor y lágrimas. El que gana decide.

Desde hace un tiempo pero con los mismos motivos la forma de guerrear ha cambiado, existe una forma de hacer la guerra sin que se de cuenta el enemigo, existe una manera ruin y rastrera de expoliar recursos, someter un pueblo y acabar bajo los dictámenes de otro sin que prácticamente uno se de cuenta.
Es la misma táctica que usan los virus y las bacterias para invadir nuestro propio cuerpo y beneficiarse de él: sin aviso y a poder ser sin que te des cuenta me beneficiaré de ti.
Podemos mirar simplemente a los EE.UU. y su política exterior desde el fin de la segunda guerra mundial: un imperialismo capitalista bajo la mano de Dios que busca el sometimiento de toda forma política contraria a la suya, como es el socialismo, fascismo, comunismo, islamismo entre otros sin que el resto del mundo se de cuenta y, de darse cuenta, con el apoyo del mismo a través de la manipulación de los medios de comunicación principalmente.

La guerra fría queda al margen de éste segundo caso analizado puesto que no llegó a estallar un conflicto armado entre norteamericanos y rusos, pero las manos del capitalismo (mejor llamado corporativismo o poder de las grandes empresas sobre el pueblo) empezaron a asfixiar a sus vecinos del sur, países latinoamericanos ricos en recursos naturales como el petróleo y el gas natural, países que aún a día de hoy siguen con el yugo de las barras y estrellas sobre sus cuellos.
Véase el documental Zeitgeist Addendum donde, a parte de tocar otros temas muy interesantes relacionados con ésta reflexión, se habla de los sicarios económicos mandados por la CIA a éstos países para satisfacer los intereses económicos de las empresas norteamericanas, personas enviadas para “negociar” y donde toda forma de resistencia se traduce en derrocamientos presidenciales y accidentes fortuitos sin aclarar.
Los fusileros, los tercios de Flandes y la infantería romana dan paso a grupos de intervención rápida (comandos) que actúan como terroristas pero con el beneplácito de sus gobiernos. Se abandona el uniformes de guerra con arma en mano por el traje, la corbata y el maletín. El fin justifica la causa.

Recientemente cruzaron el charco con la excusa de la posesión de armas de destrucción masiva por parte de Irak para su invasión legal y posterior expolio del petróleo, en defensa de la libertad, la democracia y la paz mundial. Amén de firmar suculentos contratos con empresas norteamericanas para la reconstrucción del país: te invado con mentiras, ocupo tu tierra para beneficiarme de los recursos que me interesan y me pagas el que te reconstruya el país. Negocio redondo.

Ahora mismo, en plena crisis económica, se tiene la excusa perfecta para invadir (intervenir) un país y dictarle la conducta a seguir, las leyes que debe aprobar y los criterios que debe seguir.
No hace falta entrar en guerra, no hace falta armar un ejército ni invadir un país, no hace falta derramar sangre, basta con usar las nuevas excusas del neoliberalismo para ello: la deuda, los intereses, el déficit, el bloqueo económico y los mercados, entre otros. A través de ellos haré y desharé a mi antojo quitándoos la soberanía nacional con la excusa de las mismas. Mis multinacionales se instalarán en tu país para aprovecharse de tus recursos a cambio de migajas sin que debas oponer resistencia, de lo contrario desaparecerás del mapa.

Los países emergentes como China, India, Rusia y Brasil usan armas diferentes pero se comportan como los microorganismos enunciados anteriormente (véase el reportaje de Julián Pavón, catedrático y profesor de la Universidad de Madrid llamado Economía parasitaria china). Simplemente necesitan lanzar sus productos al mercado para inundarlos y competir de manera favorable para ellos, unos productos elaborados por mano de obra muy barata, sin derechos laborales y que no tienen competidor frente a productos como los europeos donde la mano de obra es (por ahora) más cara.

El mundo sigue girando y va cambiando todo con él, nuestro entorno, nuestras costumbres, nuestras ideologías y hasta la forma de hacer la guerra, sus excusas y sus pretextos, pero lo que nunca parece que van a cambiar son los motivos para declararla. El ser humano sigue dejando que sea su egoísmo el que lo mueva.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

De fuera vendrán que de tu casa te echarán.

 Echando la vista atrás algunos años y resumiendo el tema migratorio, recordemos que fue el gobierno de Aznar (PP) el que abrió las puertas con la excusa de que se necesitaba mano de obra (barata y dócil, claro, porque entonces en España había 2 millones de parados).
La legislatura del PSOE de Zapatero fue continuista en éste sentido, sigue e incluso aumenta con la excusa de que hacían falta trabajadores para mantener las pensiones de los jubilados (mentira: al poco tiempo nos aumentan la edad de jubilación a los 67 años). La crisis que aún sufrimos en 2012 no hace que se replanteen las políticas migratorias aún habiendo tantos parados nacionales (5 millones de parados entre nacionales e inmigrantes).


Enunciemos algunos de los derechos de los inmigrantes en nuestro país que han ido adquiriendo con ambos gobiernos:
       - tienen más ayudas y subvenciones que los trabajadores españoles: comedores gratis, cupones de ONG para comida no usados para tal fin (Cruz Roja, por ej.), becas del colegio que no les dan a nacionales (debes presentar mucha documentación y rozar umbral de pobreza para que te lo den), material de colegio gratis y reserva de plazas para elegir colegio antes que los nacionales, bolsas de alquiler de vivienda a las que sólo optan ellos.
       - acceso a VPO con reserva de plazas, se queden o no sin vivienda los nacionales.
       - exenciones fiscales en negocios por 5 años: muy usado por mafias chinas para blanqueo de dinero (pagan la compra de locales y bares de traspaso con maletines y no cierran nunca negocios ni con la crisis), venden alcohol mientras se prohíbe a tiendas de nacionales, trabajan menores y no respetan horarios de cierre (competencia desleal). En éste caso también resulta curioso ver como el dinero recaudado no lo invierten gastándolo aquí, sino que lo mandan a China, no hacen gasto aquí (ellos se buscan sus albañiles, camareros, dependientes...). Si te montas un negocio allí, las condiciones no son iguales, por ej., allí debes tener un tanto por ciento de trabajadores chinos en tu negocio, aquí no.
       - aumenta delincuencia organizada tanto de mafias (bandas de trata de blancas, tráfico de droga, extorsión...) como no organizada (pequeños delitos), que no tienen reparo en entrar en casas cuando hay gente, atándola, golpeándola y robándoles sus pertenencias.
       - créditos a mejores condiciones para inmigrantes.
       - regularización masiva de “sin papeles” en más de 5 millones: regularización de papeles "por arraigo" tras 3 años en el país de forma ilegal (sólo con pasaporte entran, entonces se empadronan y tienen derecho a seguridad social, por lo que deberán trabajar en B fomentando la economía sumergida al no tener papeles ó delinquir).
       - por el "ius solis" el hijo de inmigrante que nace en España se le da al año la nacionalidad española, frente a países como Inglaterra que ponen muchas más trabas. Y por el pez que se muerde la cola, los padres después también obtienen los papeles.
       - se hace la vista gorda en casamientos por interés nacional-extranjero para la obtención de papeles y nacionalidad tanto en inmigrantes con/sin papeles.
       - obtención de papeles por violencia de género: ideal presentar denuncias falsas para obtenerlo, donde el día del juicio no aparece el maltratador pero los papeles siguen su curso.
       - reagrupación de familiares para traer a padres, madres, hijos, hermanos...que se beneficiarán también del sistema social nacional.
       - los empresarios a medida que avanza la crisis van anteponiendo la ofertas de empleo a inmigrantes antes que a los nacionales.

Septiembre de 2012, Españistán, antes conocida como España, un país que sigue siendo desde hace tiempo de pandereta gobernado por vendepatrias, ladrones, mentirosos e hipócritas de todo color político, entre otros calificativos, sigue inmersa de lleno en plena crisis gobernada ahora por el PP de Mariano Rajoy. Continúan las mismas medidas del gobierno anterior socialista de Zapatero para castigar al obrero y premiar al capital; el país se dirige hacia la desaparición de la clase media, como ya escribí hace un tiempo en un artículo anterior.


Durante el año 2012 ya con el gobierno del PP de Mariano Rajoy las cosas no han cambiado en nada, aunque con voz baja hay pequeños matices a la política migratoria: el presidente de la CEOE, Juan Rosell, reconoce éste año que fue un error abrir las puertas a la inmigración y que cada año entrasen entre 500.000 y 600.000 personas, no se podía absorber esa cantidad.
Por el contrario, los españoles que han salido de España son más de 28.000 en 2011 frente a la entrada de más de 200.000 inmigrantes sólo en el primer semestre de 2011.
En los 6 primeros meses de 2012 han salido de España más de 40.000 españoles (se van a un ritmo de 6.000 al mes, salen más de los que entran), en contra han entrado más de 178.000 inmigrantes en el mismo período.
En 2009 los sindicatos ingleses pidieron al gobierno endurecer la ley sobre el empleo de trabajadores extranjeros tras las protestas de los obreros británicos, cosa impensable con los sindicatos afines a intereses capitalistas que reciben subvenciones anuales del gobierno que esté en el poder.

Tras el anuncio del ejecutivo de su intención de dejar sin tarjeta sanitaria a los “sin papeles” a partir de septiembre de 2012, los medios de manipulación masiva (también conocidos como prensa, radio y TV) se apresuran en emitir declaraciones como éstas:
- “Las 53 ONG de Aragón protestan por el recorte del 70% de la DGA en ayuda al desarrollo”.
- “Los inmigrantes se manifestarán a partir de septiembre por la retirada de la cartilla sanitaria”.
- “Unos 450 inmigrantes asaltan la valla y unos 60 consiguen entrar en Melilla”.

Ahora nos rasgamos las vestiduras por los inmigrantes irregulares (más de 450.000 se calcula) que no van a tener atención sanitaria y, de querer tenerla, tendrían que pagar por ello un importe anual (710 €/año ó 1.864 €/año si es mayor de 65 años). Sin embargo se atenderán a niños, las urgencias y a embarazadas.


A ver si aclaramos unos puntos:
  1. Una persona sin documentación legal no es una persona en estado“irregular” sino ILEGAL, tanto que en otros países al localizarlos se les deporta a sus países de origen.
  2. De estar en ésta condición en nuestro país, es porque entró de manera ILEGAL, sin papeles, y subsiste ó bien trabajando en B sin papeles sin cotizar a la Seguridad Social (un trabajo que podría realizarlo un trabajador español, también en B si se quiere, pero español) ó robando y trapicheando. En ambos casos NI cotiza NI paga impuestos.
  3. La sanidad española no es gratuita, señores, no nos cae del cielo ni nos la paga la Sra. Merkel ni el Sr. Obama, sino que es a través de nuestros impuestos, a través de la gente que cotiza de forma legal la que lo hace posible.
  4. Por el contrario, debemos agradecerles su esfuerzo dándoles una sanidad que nuestros padres (muchos de ellos en el paro ahora), nuestros abuelos (con pensiones ridículas en muchos casos con dificultad para llegar a fin de mes, a los que se pide encima el esfuerzo de pagar sus medicamentos, parte de las prótesis y viajes de las ambulancias, por ejemplo) y ahora nosotros (estudiantes que tienen que salir del país porque no hay trabajo aquí, trabajadores jóvenes y no tan jóvenes en paro, emprendedores, autónomos y pequeñas PYMES que tuvieron que cerrar por culpa de una crisis que no crearon pero que los bancos decidieron que debían hacerlo negándoles liquidez) levantamos sin ayuda ni necesidad de LEGALES ni ILEGALES.
  5. Se les pide un importe que es ridículo con lo que conlleva el gasto sanitario (una simple resonancia magnética cuesta, o costaba hace un tiempo, medio millón de las antiguas pesetas) y aún así se oponen, claro, es mejor recibirlo por la cara.
  6. No podemos ni debemos ser la ONG del resto del mundo donde todo el que llega de la forma que llegue tenga carta blanca con sanidad universal cuando no se ha contribuido a ella; la vaca no da leche para todos y el efecto llamada que tiene Españistán frente al resto de países sigue vigente, año tras año entra más gente de la que sale, engrosando las listas de espera de una sanidad cada día más privatizada.
  7. No me sirve el cuento chino de la excusa de la inmigración de nuestros padres cuando tuvieron que ir a otros países como Francia. No lo hicieron en las mismas condiciones con las que acogemos a todo el que llega aquí (se fueron con papeles en regla, con oferta de empleo, sin reagrupación familiar, sin VPO, sin la sanidad gratuita que damos aquí y sin el resto de ayudas que se les brinda).
  8. No me sirven argumentos como “solidaridad”, “igualdad”, “derecho universal” y similares. La solidaridad no paga mi hipoteca, la igualdad no hace que trabaje menos por más dinero; también tengo por derecho constitucional un trabajo digno y una casa pero tengo que trabajar para ello. La cuestión es simple y son las matemáticas y la contabilidad la que lo hacen posible: todo hay que pagarlo, basta ya de trabajar los demás para que se beneficie todo Cristo que se aprovecha del sistema. Pero ya se apresuran médicos y Administraciones para oponerse a la medida ya sea por objeción de conciencia o por interés político. ¿Y el resto de medidas adoptadas desde la crisis que perjudican a la clase media española? ¿Dónde está esa oposición? ¿Quién hace objeción de conciencia para no salvar bancos y salvar personas, para que no trabajemos hasta los 67 años, para que no privaticen sanidad, educación y resto de servicios, por ej?.
  9. La medida también afecta a los españoles, puesto que con rentas que no superen los 100.000 € por unidad familiar que no sean trabajadores, desempleados ni pensionistas sí tendrán derecho a sanidad, de lo contrario no. Ahora tira de calculadora y suma si vive un estudiante con sus padres el importe de todos los ingresos. Ya se dan casos en los que no tendrán cobertura pero no interesa tanto comentarlo, claro.
  10. No he visto ni legales ni ilegales haciendo huelgas saliendo en las manifestaciones contra la crisis, contra las medidas del Gobierno que nos llevan recortando derechos al trabajador (español, principalmente) desde hace años, pero ya planean hacer movilizaciones para protestar contra la medida. Mano de obra barata dócil para nutrir la economía neoliberal de hoy es lo que hacía falta desde que Aznar abrió las puertas. Eso sí, claro, de eso siempre hace falta.

Un reportaje de A3 en febrero de 2012 sobre Noruega y los inmigrantes españoles acogidos nos enseña una cruda realidad, alejados de la tierra prometida.
Durante el año 2011 cerca de 3.000 españoles trabajaron en Noruega (uno de los países más caros del mundo), pero llegaron muchos más que no tuvieron tanta suerte.
El periodista entrevista a un antiguo subdirector de un hotel murciano que ahora trabaja de camarero eventual algunas horas al día, explotado y resignado. En muchos casos trabajan 8h o más y se les paga únicamente 3 ó 4h.
Acude en busca de alimentos a la cola de la Iglesia como muchos otros compatriotas. Casi la mitad de la fila son españoles de todas edades y condiciones: solteros, amigos, parejas, familias...El que duerme bajo un techo se considera con suerte, incluso familias de 6 miembros que se hacinan en un sólo cuarto, puesto que algunos duermen donde trabajan y otros en la calle al no haber albergues para extranjeros.
Otros relatos de varios españoles no son más alentadores. Quién nos lo iba a decir, éste país amigo del mundo que llegó a acoger a 5 millones de inmigrantes en la última década.

sábado, 12 de mayo de 2012

El silencio del ciprés.

Hace una mañana soleada, demasiado para éstas fechas, seguramente hoy al igual que  ayer el sol apretará como un día de verano.
Camino entre cipreses en su busca, casi no hay gente ésta mañana. Tuve que pedir referencias para encontrarla, ella nos dejó cuando yo tenía 9 años y desde entonces no había vuelto al lugar concreto.
Llego al lugar exacto, “Manzana 110, 647-720”, me costó menos de lo que creía. Busco su nombre con algo de impaciencia. Mi corazón da un vuelco, parece como si mi mundo se detuviera por un instante y me quedo quieto, mirando su nombre, con tristeza. Ahí está, bien cuidada y con dos ramos de flores blancas a cada lado que la engalanan. Una lágrima cae por mi mejilla.
No había traído nada, no sabía en qué estado de conservación estaría, pero decido acercarme a un puesto de flores dentro del complejo para mostrarle mis respetos. De vuelta al lugar coloco una rosa roja a cada lado junto a los ramos.
Me quedo un rato en silencio, con mis pensamientos, con mis recuerdos, como si dialogase con ella, tocando con mis manos el frío mármol. Caen más lágrimas por mis mejillas.“Ley de vida”, dicen.
“Tengo que irme, yaya, espero que allá donde estés no tengas dolor ni pena”, me digo mientras me despido de ella.

Atravesando la parte vieja el corazón se me estremece al ver cómo el tamaño de las tumbas me muestra la edad de aquel al que le llegó pronto su hora y me pregunto cuál sería la razón por la que los niños nos dejan tan pronto. De regreso veo unos metros más adelante unos operarios que estaban manipulando dos féretros de varias manzanas más adelante. Una mezcla de curiosidad e ingenuidad hace que me detenga por un momento y les observe a distancia.
Del primer ataúd uno de ellos saca con cuidado lo que antaño fue el cuerpo de una persona agarrándolo de un brazo simplemente con una mano. Totalmente rígido, ahora menguado y entre harapos, irreconocible, no pesa nada. El otro saca los restos de la segunda persona con la misma naturalidad que su compañero en un estado similar aunque sin tanta rigidez. El cráneo se le separa del resto del cuerpo y cae al suelo.
Ambos restos los colocan dentro de un plástico blanco y se suben a la furgoneta. Imagino que así será su día a día, un trabajo como otro cualquiera como aquel que dice, pero hay que tener estómago, acostumbrarse y valer, como todo.
“Polvo eres y en polvo te convertirás”, nunca mejor dicho.

Me marcho como vine, en silencio entre cipreses, el árbol de los cementerios. Quizás sea por su forma, su perfil solemne y respetuoso que guarda los cuerpos y las almas de aquellos que ahí descansan cual soldado engalanado, cuadrado de pie con la vista al frente. 
Rodéate de felicidad mientras puedas con tus seres queridos, dales un abrazo sin motivo alguno, diles que los quieres. Estamos en éste mundo de paso y mañana puede ser ya tarde.
Carpe diem, memento mori.